Acabo de venir de renovarme el carnet de conducir y me ha pasado algo alarmante. Algo un poco más alarmante que la clavada que me han pegado en la Clínica para hacerme el Reconocimiento Médico para Conductores (52 €), pero que es más serio de lo que parece. La Clínica en cuestión es Alzimedic, situada en Alzira junto a la Dirección General de Tráfico.

Entre las pruebas que se te hacen en las Clínicas para realizarte la revisión, está la de la prueba de la tensión. Como ya sabéis yo padezco de Tensión Alta y ahí ha estado el desencadenante de mi sorpresiva alarma. El caso es que después de tomarme la tensión, la Doctora (o lo que fuera) me ha hablado de la homeopatía e intentado convencerme para que fuera a una clínica situada en Cogullada (Valencia), propiedad de un tal Dr Electo. Por supuesto yo le he seguido la corriente, ya que soy de los que intentan no dejar nunca con la palabra en la boca a nadie, y la he escuchado tranquilamente dejando que acabara de largarme todo el rollo que me estaba soltando.

Tras acabar su discurso me ha hecho un par de preguntas:

  • ¿Te gusta mucho la sal?
  • ¿Le das muchas vueltas a los problemas cuando surgen?

Mi respuesta ha sido bastante clara: “no me hace falta, el médico me ha dicho que esto es ya para toda la vida, además es heredado de mi padre.”

Mi sorpresa ha sido mayor al escuchar su réplica:”Vaya, si que saben dar ánimos esta gente

Y después me ha venido con algo de la Consellería y de que no les hacen caso…pero ahí ya he dejado de escucharla y simplemente me he dedicado a mirar a la pared.

Puede que el que yo tenga la cabeza bien asentada sobre los hombros, no me haya hecho caer entre las garras de los que intentan chuplarle la sangre a los pobres desgraciados, que con dos buenas palabras, quedan convencidos de milagros y remedios que ni los médicos ponen en práctica dada su dudosa efectividad.

Esta mujer, que recordemos que solo me ha tomado la tensión y hecho un par de preguntas de perogrullo para hacer su propio diagnóstico, me ha presentado un tubo con una serie de bolitas de sal marina (o eso decía ella) que serían las que ese médico de Cogullada me recetaría. Decía ella que me rebajarían las ganas de tomar sal (ganas que son totalmente lógicas para quien se la han prohibido), y que harían que no me preocupara tanto con los problemas.

Increiblemente y ante mi negativa anterior, ha intentado conseguir de nuevo que visitara al dichoso doctor y me ha escrito su dirección en un papelito de su puño y letra indicándome la dirección exacta del susodicho. Puede que este doctor lo que recete sea un simple efecto placebo, pero lo importante es que puede que el costo del susodicho sea muy elevado y por ende, se trate de una estafa con todas las de la ley.

Tengo por costumbre no hacer caso ni de trucos de adelgazamiento, ni de remedios milagrosos contra ninguna enfermedad, pero me ha parecido increible que al lado de la Policia Nacional y la Dirección General de Tráfico de Alzira, se esté fraguando tan impunemente lo que tiene toda la pinta de ser una estafa médica, que dada su situación privilegiada, puede perjudicar a tanta gente inocente.

Mi médico me lo ha dicho:

  • La tensión Alta es hereditaria.
  • Se combate solo con ejercicio y comida sana.
  • Las pastillas, una vez iniciada su ingesta, no pueden dejar de tomarse en toda la vida (de momento)

Nada que no tenga que ver con el ejercicio y la comida sana puede bajar a niveles normales la tensión, por lo que cualquier remedio que se nos de por una clínica de mala muerte será simple y llanamente, una estafa. Y esta tarde, cuando vaya a mi revisión del protocolo de hipertensos mensual, le dejaré al médico la targeta para que actue en consecuencia si lo cree necesario.

Y para los que crean en remedios milagro: No existen.

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