ElMosquitero

Ya sabéis todos los lectores habituales del blog que soy camionero. Voy rodando de aquí para allá todo el día y desde hace un par de semanas he vuelto a la ruta nacional. Si tuviera que calificar de alguna forma mis sensaciones durante estas dos últimas semanas, la palabra elegida sería, sin lugar a dudas, sorpresa. Y no una sorpresa agradable la verdad. Con deciros que estoy pensando en comprarme un GPS porque en cuatro años me han cambiado la mayoría de las carreteras por las que anteriormente circulaba... El caso es que la semana pasada me dirigí a Calamocha. Me extrañó que la autovía no acabara en Segorbe y hasta cierto punto me alegré. Pasaron los Kilómetros y la doble vía no tenía visos de acabar. Subí el puerto del Ragudo y me dirigí veloz a buscar esa bonita ciudad llamada Teruel. Siempre me había encantado esa circunvalación que la rodeaba permitiendo al conductor admirar su belleza mientras la iba dejando atrás... Llegué a la primera salida de Teruel. La pasé contento porque por fin llegar a Teruel era algo que se podía enmarcar en el progreso. Pasé una segunda salida a Teruel...empecé a mosquearme. Llegué a la salida de Cella. Me había pasado Teruel y si no fuera porque la había visto anunciada dos veces en la autovía, nadie hubiera dicho que la había dejado atrás. ¿Podía ser que no me hubiera dado cuenta?...podía. Más tarde, al volver de Calamocha, me fijé a ver si la veía. Pongo a Dios por testigo que yo no la vi. Y juro que se donde está Teruel. Teruel existe...pero no se la ve. Me parece que es un fallo enorme esconder la ciudad tras una autovía que la hace desaparecer a los ojos de los viajeros. Se han gastado mucho dinero con su promocion de la ciudad al grito del Teruel Existe como para que ahora venga una autovía y elimine de un plumazo a una ciudad del mapa del mundo. ¿Existe Teruel?...yo no la he visto.