Hoy ya no se qué pensar de nuestros políticos. Uno, cuando ofrece su voto a unas personas, no lo hace pensando que regala un cheque en blanco para que estas hagan lo que más les plazca. Uno puede que simplemente se decante por unos u otros en función de la proximidad de sus convicciones.

políticos españolesMe explico.

Yo me puedo sentir muy identificado con un partido se enrolle en la bandera de España. Eso no significará que esté de acuerdo con que llegue de nuevo la dictadura la poder.

También puedo estar en contra de un partido político que promueve en las escuelas una asignatura que para nada quiero para mis hijos, como lo es Educación para la Ciudadanía. Eso tampoco significará acepte que se de religión en las escuelas.

Puedo estar a favor de que se reabran las fosas comunes del Franquismo y se les de una sepultura digna. Pero eso no quitará para que me revele cuando esa lucha se realiza en la arena política y se usan esos muertos para conseguir votos.

Creo estar a favor de las políticas sociales. Pero no estaré a favor de la demonización de los empresarios.

Estoy firmemente convencido de que los homenajes a las víctimas del 11M son necesarios. Pero no veo porqué una protesta política tiene que estar por encima de dicho homenaje.

Yo creo que cuando damos nuestro voto a los políticos, lo hacemos pensando más en el mal menor que en un gran bien. Es imposible que podamos estar de acuerdo con todas las decisiones que estos toman en nuestro nombre.

El fallo está en que ellos creen que nuestro voto es un papel en blanco sobre el que ellos escribirán las condiciones. Y en eso se equivocan.

Por lo que me toca a mi, por mi voto al PP en las pasadas elecciones, tengo que decir una cosa.

Señor Rajoy, yo voté a un partido político con las siguientes señas de identidad que ahora le pasaré a explicar:

Voté a un partido que no reniega de la bandera Española. Voté a un partido que es capaz de tomar las riendas de un país y llevar a cabo reformas económicas. Voté a un partido con personas con convicciones firmes y que no juegan al despiste. Se lo digo por el señor Gallardón . Ya le puedo asegurar que con ese presidente del partido perderá un voto, el mío. Voté a un partido político que apuesta por el diálogo con el otro gran partido de España. Voté a un partido que no renunciaría a ofrecer alguna solución a la crisis aunque después la fama se la llevara otro. Voté a un partido sin corrupción. Voté a un partido que apostó por traer el agua a Valencia. Voté a un partido que luchaba contra las desigualdades de los Españoles de Primera y Segunda. Voté a un partido que nunca negociará nada con ETA.

Pero es que mi querido Mariano, mi voto no significa que esté de acuerdo con que se den clases de religión en las escuelas. Tampoco significa que esté en contra de la apertura de fosas. Ni si quiera significa que pueda llegar a aceptar una Comisión de Investigación como la que ha habido en Madrid. No significa tampoco un aval para señores como Ruiz Gallardón y sus ambiciones de poder ilimitado. Es un cáncer para el partido, un cáncer que está muy cerca de matarlo a usted políticamente. No implica que le defienda de la corrupción. Mi voto no significa una defensa de los empresarios.

Mi voto no es un papel en blanco, ni tan siquiera gris, es solo la elección del mal menor.

Y como mal menor, le digo que si no pone orden en su partido, si no comienzan a rodar cabezas no solo en Madrid, si no en Valencia y en cualquier lugar en el que la corrupción haga acto de presencia, si no comienza a vaciar de mierda al partido, puede que no pierda solo mi voto, si no también el de muchos.

Pero esta no es solo una crítica al PP.

Yo creo que hay muchos votantes que, al igual que los políticos, confunden lo que es ofrecer un voto, con una defensa a ultranza de un tipo que en ocasiones no tiene defensa alguna.

Lo políticos deberían saber que con nuestro voto no han comprado nuestra voluntad durante cuatro años. Deberían saber, que ese voto ha sido dado tras deshojar la margarita, tras ver los pros y los contras de cada partido.

Y para los Socialistas.

Pues no, no tiren las campanas al vuelo. No tengo de momento la intención de votarles a ustedes. En todo caso mi voto iría a otro partido que se acerca mucho más a lo que ustedes deberían ser, UPyD.

A ustedes no les votaré nunca mientras para conseguir el poder sean capaces de aliarse con cualquiera. Mientras el pasado no deje de ser su arma política. Cuando señores como Zapatero, De la Vega, Solbes, Rubalcaba, Blanco y demás escoria política desaparezcan de su partido.

Les votaré cuando su querencia por el estatalismo desaparezca. Cuando ya no sean republicanos. Cuando el nacionalismo periférico que los domina desaparezca. Cuando dejen de llamar a mi tierra País Valencià.

Como ven, son muchas las cosas que hacen que mi voto se decante por un lado o por otro. No hay ningún partido político que defienda exactamente todas las cosas en las que creo. Por ello no estoy casado con ningún partido. No soy afiliado de ninguno y a ninguno le debo explicaciones sobre mis palabras.

Pero una cosa si que tengo clara, mi voto no implica acatar las cosas con las que no estoy de acuerdo. Mi voto puede cambiar cuando me plazca. Mi voto no lo guía el odio hacia el contrario. Mi voto solo lo guía el mal menor de cada partido.

6 Comentarios:

    Amén.
    Bien explicado, estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque por eso nos van a llamar fachas, o puede que se lo callen por respeto, pero lo pensarán, lo pensarán...

    Ciero Manolo, lo malo de tener políticos bajos de miras, es que estos suelen estar sustentados por votantes en la misma situación.

    Anónimo el 12 de marzo de 2009, 16:10 dijo...  

    Suscribo todo lo que dices, pero el error de base es que no deberiamos votar a un partido politico , si no mas bien a un buen programa con propuestas y compromisos claros y concretos, y no leemos el programa, ni si quiera por encima, por otro lado como los politicos lo saben nunca jamas respetan ese programa

    Conclusion: votes a quien votes van ha hacer lo que les de la gana con tu voto, este sistema no funciona, deberiamos poder participar mas activamente en la politica, deberian aceptar nuestras ideas y sugerencias, o por lo menos valorarlas, pero si no se escuchan entre ellos como pretendemos que nos oigan a nosotros?

    Cierto Antonio, viven en una burbuja en la que nosotros sobramos. Solo somos válidos para legitimar su poder una vez cada cuatro años, el resto se lo pasan intentando hablar por nuestras bocas.

    La mayoría de la gente vota basada en estereotipos. Muchos votan Socialistas porque piensan de verdad que la palabra Obrero de su nombre es algo más que un adorno. Otros votan al PP porque creen que así votan a los empresarios. Y otros están cegados por el engaño de partidos minoritarios y su victimismo y con ello creen que votan a los indefensos.

    En realidad cada partido aguanta su discurso mientras este le beneficia. Cuando esto deja de pasar, lo cambian, como lo cambió hace poco el PNV con eso de que las minorías no podían gobernar el País Vasco.

    Tu voto como el mio, amigo, es solo un papel en una urna. Un compromiso politico no esta firmado, son palabras y las palabras ....
    Estamos faltos de politicos y partidos entregados honradamente al pueblo, sabes ¿por que? porque los politicos defienden un ideal de partido y no un ideal social, pero para eso hacen falta muchos años en los que aprenden que el voto es la voz del pueblo y lo aprenderan a golpe de que en cada elección votemos más con la cabeza que con el sentimiento.
    Tardaremos años, pero lo aprenderan porque sin duda ya se mueve algo cada vez gritamos más y más que gritaremos. Ellos saben que ya no nos creemos sus mentiras.
    Un abrazo

    Bueno creo que tienen que aprender ellos y nosotros. Mientras el voto a un partido se herede en la familia lo tendremos mal.

    Cada vez se lee a más gente que piensa antes de dar su voto. Que compara entre unos y otros. Cuando esta gente ya sea mucha, el voto de los que si que leen entre lineas será tenido en cuenta por los partidos políticos. Y en ese momento será ya importante lo que hagan y no solo lo que digan.

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