silvio_berlusconi2 Allá por el año 92, la cámara baja Italiana dio luz verde a los fiscales de Milán para que procedieran a realizar una limpieza a fondo del entramado político de aquellos días. Un entramado éste manchado, como no, por la corrupción y el tráfico de influencias. A aquel episodio de la vida política Italiana se lo llamó Tangentópolis. Y al movimiento judicial que nació con él se lo conoció como la Operación Manos Limpias.

Todo comenzó con la detención del funcionario Socialista Mario Chiesa, justo cuando recibía un mísero soborno para la adjudicación de las tareas de limpieza de un hogar de ancianos de la ciudad de Milán. Sus declaraciones ante el juez provocaron las detenciones de decenas de miembros de los principales partidos del arco parlamentario, como lo eran el PSI, DC o el PDS. La corrupción se extendió cual mancha de aceite y todos los partidos quedaron tocados severamente en su línea de flotación.

Lo malo, lo realmente malo de todo aquello fue, que de entre toda la escoria que allí salió a la luz, emergió la figura de quien años más tarde se convertiría en el omnipotente Il Cabaliere Berlusconi. Tras el descalabro de todas las fuerzas políticas aparecieron partidos como el Forza Italia, del mentado anteriormente Silvio, o el del PCI.

La razón de la superioridad de Berlusconi ante cualquier otro político es natural, dado que fueron tantos los políticos manchados por la corrupción en aquel país, y tanta la desolación y la falta de confianza en la clase política que provocó aquella operación judicial, que finalmente los Italianos pensaron, y siguen pensando, que vale la pena ser un corrupto con tal de poder enriquecerse rápidamente.

Aquí en España vamos al galope tras los pasos de los Italianos.

A los casos Gürtel y Palma Arena, hay que sumar ahora los de El Ejido y Santa Coloma de Gramanet. Lo curioso es que a los únicos a los que se ha visto esposados entrando en dependencias judiciales ha sido a los del PP. Es más, de los únicos que se ha realizado un juicio paralelo antes incluso de que fueran llamados a declarar ante el juez ha sido a ellos.

A los otros, a los del PSOE o CIU, se los ha tratado mejor. Es más, si comparamos la fianza que se pide al primo de Correa, 600.000€, con la libertad sin fianza que se le ha otorgado a Millet, nos encontramos con dos varas de medir tan desproporcionadas, que las dudas sobre los fiscales y jueces se nos hacen imposibles de eliminar.

Y si nos preguntamos sobre el porqué de que estos dos últimos casos hayan salido a la luz, la respuesta que se nos puede venir a la cabeza es simple y llanamente la de que la coincidencia de que Garzón podría verse acusado de prevaricación por autorizar las grabaciones de las reuniones entre los abogados y los acusados del caso Gürtel, no es tan coincidencia como se nos querría hacer creer y se convierten, eso sí, más en una advertencia para tirar de la manta que en un ajusticiamiento declarado.

El caso, teorías conspiranoicas a parte, es que finalmente en Italia se llegó a un punto en el que, tanto políticos como jueces y fiscales, quedaron manchados tangencialmente por la corrupción. Aquí no les andamos ya muy a la zaga y la sombra de la duda ya planea sobre las cabezas de nuestros jueces.

Casos como el del Estatut de Cataluña, que lleva ya no se sabe el tiempo que hace parado en el Constitucional sin que este tribunal se atreva a dictar sentencia. Como las filtraciones de sumarios secretos siempre en una sola dirección, y con dichas filtraciones sesgadas en su contenido para que den a entender cosas que finalmente no son, o no han podido ser probadas. U otros, como el antiguo del tres por ciento Catalán, que tras salir a la luz quedó deliberadamente escondido entre la paja que se vende desde el atril del poder político, o luchas de poder interno en los partidos sacados a la luz pública como las que protagonizan Aguirre y Gallardón a cuenta de Caja Madrid, son los que llevan a la ciudadanía a ver, de entre las decisiones judiciales y los partidos, otra cosa no muy diferente a una simple y llana mentira.

Yo sinceramente no se quien será el futuro Il Cabaliere de España.

Pero de lo que no me cabe ninguna duda es, de que si no se pone remedio rápidamente a los casos de corrupción aquí y se realiza una campaña similar a la Tangentópolis Italiana en un plazo realmente corto, a contar a partir de hoy, la brecha entre la clase política, Judicial y pública crecerá tan rápido y de forma tan enconadamente beligerante, que el arco parlamentario, tal cual lo conocemos actualmente, cambiará de tal forma que no lo reconocerá ni siquiera el más antiguo de los bedeles del Congreso.

Una pena, pero ya se lo digo yo, vayamos haciendo apuestas sobre quien ocupará el puesto de Il Padrone en esta pequeña piel de toro corrupto en que se ha transformado nuestra querida y preciosa España.

7 Comentarios:

    Y el Madrid, ¿que?... ¿Otra vez campeón de Europa?

    jajaja ahí has estao sembrao Logio jajajajajajajajaja

    Hola Antonio,

    Vaya, parece que hoy andábamos sincronizados :). La preocupación no es tal vez que aparezca un Berlusconi en España sino que los españoles, como los italianos, acabemos votando una y otra vez a semejante personaje sencillamente porque... ¡no hay nada mejor ni otra alternativa!

    Eso sí que es terrible.

    ¡Saludos!

    Pues si tengo que apostar lo haría por Florentino: también viene del mundo del fútbol, de los negocios, con dinero, contactos... A ver entonces quien le marca un 4-0 a España

    jajaja, bueno pues justo le has dado en el clavo David jejejeje. Mira que cuando estaba escribiendo la entrada pensaba justo en eso. Coincidencia lo llaman algunos, capacidad de comparación le llamo yo jejeje

    Ángel, lo malo es que cuando aparezca nuestro Berlusconi no lo sabremos reconocer y le votaremos no por lo que digo en la entrada, sino porque creeremos a pies juntillas que es un tipo justo...

    vaya antonio... eso suena aún peor, que se nos cuele un Berlusconi, que le votemos por falta de alternativa y que se nos cuele por la retaguardia... :D

    juas! lo de la retaguardia tiene mala intención macho jajajaja

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