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Amargas despedidas

Las despedidas nunca son gratas. Se hacen insufribles. Nos sobrepasan con oleadas de sentimientos para los que nunca estamos preparados. Nos abandonan en la soledad de quien siempre cree que pudo hacer algo más que contemplar cómo el despedido se alejaba de nuestras vidas. Y todo ese nivel emocional se acrecenta cuando la despedida no se dedica a una persona, sino a un proyecto, a una obra a la que entre muchos se intentó dar forma y que el paso del tiempo ha ido socavando cual paso del río por la roca se tratara.

Parece que Proyecto Blog, ese gran proyecto de amigos bloguers que nació hace ya unos años está a punto de expirar.

Ahora mismo, en la redacción central del mismo, con sus administradores reunidos a través de un correo electrónico que se actualiza cada hora con diferentes mensajes y conversaciones, se debate el triste devenir del mismo. Los hay quienes creen en una refundación. Los hay, entre los que me encuentro, en que lo mejor es dejarlo pasar a la historia. Recordarlo como se debe y pasar la página que todo fenecido necesita que sus seres queridos pasen. Dejar que el tiempo transcurra y que las consecuencias de esto se queden en meras anécdotas.

Yo solo puedo dar las gracias al proyecto, a quienes lo conformaron, a quienes lo abandonaron y a quienes osaron posar sus miradas en él para entretenerse. Hay alguno que ha apostado por escribir un post de despedida, para dar un carpetazo final al blog, que permita que éste cierre sus puertas de una manera digna. Yo, a título personal y sin haber consultado antes con mis compañeros, me despido de él aquí. Justo en este momento, cuando el tiempo es aquello de lo que más adolezco y lo utilizo agradecido para dedicarle este post.

Porque si bien es cierto que el Proyecto en principio era solo un blog comunitario, la realidad nos ha constatado que quienes realmente le dieron la vida y lo cargaron de amistad, señorío y bondad, fueron justamente quienes ahora se disponen a finiquitarlo con la tristeza impresa en las pulsaciones de su teclado. Esa tristeza que impregna hoy cada una de las lineas que acabas de leer.

Tristeza sí, pero no agonía.

Poryecto blog puede que haya acabado, pero siempre nos quedarán las personas. Y sobre todo su recuerdo. El recuerdo de la ilusión de unos amigos, que ni siquiera se han tomado una cerveza en la barra de un bar en persona, pero que sinceramente son capaces de utilizar ese término para referirse los unos a los otros sin miedo alguno a equivocarse. Y eso es lo que yo me llevo de este proyecto. Nada más...solo amistad.

No se me enfaden compañeros por haberme adelantado al escribir este post, al final solo he querido dedicar este poco tiempo del que disponía para despedirme de él, porque como ya saben, ahora casi hasta el tiempo me falta.

3 Comentarios:

    A ver que hacemos con él.

    Y por que lo dejais? si no es mucha indiscreccion

    Por abandono Antonio. Yo no seré quien lo mande a la tumba, pero reconozco que soy de los que casi no ha participado del mismo. Me duele tenerlo a un lado y no hacerle caso y se me hace difícil verlo y saber que no le aporto nada salvo una simple plantilla.

    En mi opinión, solo quienes sí han demostrado interés porque este proyecto resista tienen voz y voto en este asunto...y yo no estoy entre ellos

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