Mubarak se ha marchado y el mundo se regocija ante la victoria de una revuelta ciudadana que ha conseguido lo que nadie imaginó nunca que acabara ocurriendo, la huida del dictador de un país tan grande como Egipto. El motivo por el que servidor de ustedes no acompaña a los cientos de ciudadanos occidentales en su regocijo por la victoria democrática en éste país es simple; el Islam. Por mucho buenismo que queramos ponerle al asunto, no hay que olvidar que aquellas civilizaciones están ancladas en plena edad media en lo que a derechos humanos y ciencia se refiere. Seamos sinceros, para lo único que dan importancia por aquellos lares a la ciencia es para la creación de bombas nucleares y la extracción de petróleo.

Siendo así las cosas, tener un país tan grande como Egipto en plena ola convulsa ciudadana y descabezado en el poder, con un ejército que se debate entre seguir los dictámenes ciudadanos o mantenerse al lado de los dinosaurios de la dictadura para facilitar una conversión poco traumática, más que un alivio para el resto del mundo es un quebradero de cabeza.

Lamento mucho esto, pero de aquí no podrá salir nunca nada bueno. Las sociedades en las que el Islam tiene una presencia masiva en la vida diaria de sus ciudadanos suelen acabar siendo víctimas de su propia religión. Suelen acabar siendo gobernados por Imanes. Rigiendo su convivencia en función de leyes religiosas en lugar de leyes civiles. Suelen convertirse en Iranes.

Una prueba de ello es el dato que se refiere al momento en que se organizaban las concentraciones . La hora del rezo. Siempre había concentraciones con rezos masivos a la hora de la protesta y eso era visto aquí como una victoria ciudadana. Yo no lo veía así. Un rezo no es una rebelión ciudadana, es un acto de fe.

Permítanme que me retire a un lado. Que les deje festejar la victoria sin mi molesta presencia. Que les permita ese momento glorioso de creerse ganadores en algo en lo que nunca participaron. Permítanme apartarme de su camino y prepararme para el desastre que se nos viene encima.

Quisiera equivocarme, pero de esto no va a salir nada bueno. Sino tiempo al tiempo…

4 Comentarios:

    La visión que das de esta 'victoria' es coincidente con la mía, mas o menos.
    Además esto está sirviendo para que tomen nota -ya lo están haciendo en todo el norte de Africa- en otros países.
    Pero quién va a sacar provecho de todo esto, ¿el pueblo llano?
    Creo que no.
    Me temo y me gustaría confundirme que la tajada se la llevarán como bien dices los 'talibanes'.
    En ese caso, sí vamos a tener un problema. Nosotros. Todos.

    Un saludo

    @josela verdad es que si, aquí hay mucha alegría porque muchos piensan en personas que tienen sus mismos objetivos en la vida. Se equivocan, aquellas civilizaciones están ancladas en el pasado, basan su día a día en las religiones y toman de éstas las leyes bajo las que conviven...

    Hay veces en que es mejor quedarse como uno está que aventurarse al cambio desconocido...

    No te quito razones, pero al mismo tiempo me parece paternalista y no dar confianza a los pueblos para regirse. No sé, es como cuando los nórdicos dicen que somos unos vagos y unos caraduras, los españoles, me refiero. Los egipcios tienen el derecho de regir su futuro y de equivocarse. y nosotros deberíamos de apoyarlos, o solo observar.

    La historia se escribe de victorias y derrotas; también en fracasos. También siento temor por lo que pueda desprenderse de todo esto. Sin dudas nada bruscamente es bueno. Más cuando hablamos de Oriente.

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