He decidido ponerle este título al post en contestación a una de las más que habituales formas de desinformación que existen en la blogosfera; utilizar los títulos de los artículos para la exposición parcial de los hechos y así apoderarse de toda la razón posible frente a los argumentos de los contrarios. En esta ocasión quien ha titulado su post de forma parecida pero cambiando Irak por Libia, es Rosa María Artal.

Ella ha titulado a conciencia su artículo para dejar meridianamente claro que, quienes ahora se oponen a participar en guerra alguna contra Libia, lo hacen con la intención de negar cualquier evidencia de masacre alguna contra ningún pueblo y para defender una dictadura que extermina a sangre y fuego a su ciudadanía.

Dos motivos que según María son los que expondrían los que hoy son pacifistas y ayer, entendiendo por ayer la época de la guerra de Irak, asquerosos asesinos terroristas que vivían con el ansia de apoderarse del petróleo de un pobre pueblo que sólo intentó plantarle cara al todopoderoso EEUU.

Además ha decidido adornarlo con un vídeo que se supone debería hacer que entendiéramos todos lo defendido por los ahora partidarios de la guerra con Libia; que hay una masacre perpetrada por Gadafi contra su propio pueblo.

Entiendo Rosa que si así pretendes hacer cambiar de posición a quienes hoy se sitúan frente a ti en la defensa de esta guerra, deberás hacer lo consecuente cuando veas el vídeo que nos demostraría que Sadam en su tiempo también masacró con gas a su pueblo, el Kurdo concretamente y que por tanto estarías dispuesta a cambiar de posición respecto al “no a la guerra” de Irak.

Claro, que también comprendo que para quienes como tú se sumaron al pegadizo eslogan del “no a la guerra”, al abrigo del jolgorio que significaba su utilización con fines puramente electoralistas, la simple comparación de las dos guerras será hiriente y nos saldrás con un casi insultante “la ONU nunca aprobó aquella guerra”.

Yo estoy a favor de la guerra en Libia. Siempre dije que estaba a favor de cualquiera cuyo objetivo, por secundario que éste fuera, se tradujera en el exterminio de un dictador. Y recuerda que los dos fueron dictadores amiga mía. Los dos, Sadam y Gadafi. Los dos tenían petróleo. Los dos masacraron a su pueblo. Pero sobre todo, los dos merecían morir por lo que hicieron.

Yo estoy en la misma posición que hace ocho años. Algunos, por lo que parece, han decidido virar su veleta particular para poderse mantener al lado de quienes sí dan vuelcos terroríficos en sus posturas oficiales. Ya lo dijo nuestro presidente hace unos días respecto a los temas nucleares; “gobernar no es lo mismo que estar en la oposición”. Y ello conlleva una carga más de responsabilidad; los eslóganes no son suficientes, además hay que ejecutar decisiones.

¿Podrá la gente como tú ser consecuente con lo que dice y actuar de forma que lo que hoy vale para justificar nuestras decisiones valga mañana para quienes las tomen sin nuestro consentimiento?

6 Comentarios:

    Esta claro que no, me permites twittee tú artículo.
    Un Saludo

    @Germán hombre si me importara no pondría un botón de retuit ;)

    Lo que tenemos que ver querido amigo, PURA HIPOCRESÍA, con todo esto, tengo la ceja levantada pero de asombro.

    Un abrazo.

    @Senovilla cuidado con la ceja no sea que se te pegue algo jejeje

    Yo me pregunto si no hay otra manera de acabar con los dictadores uno a uno sin que el país sufra las consecuencias de una guerra... cianuro en el té tal vez???

    No se que pensar en cuanto a las guerras por "causas justas", porque los que sufren las consecuencias son los inocentes :(

    Un abrazo Antonio y feliz semana

    @Yomisma77 en realidad no creo que exista ninguna guerra justa por el mundo. Sólo las que se defienden con coherencia y las que se atacan de forma electoralista.

    La realidad es que los misiles cearán de igual forma sobre inocentes habiendo mandato de la ONU o no habiéndolo...

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