Mas triste que la guerra entre terroristas y demócratas que se libra entre panfletos y declaraciones varias, es verse cara a cara con la realidad representada en el pozo de la indiferencia que suscita el número de parados. Y más que ello, la suspicacia que la cifra genera y la acusación, implícita, que conlleva el pensamiento cada día más generalizado que reza, que si de verdad todos esos estuvieran “parados”, la Moncloa bien podría pasar a ser la antorcha olímpica del faraónico Madrid de Gallardón.

2V700802Uno circula, habla, lee y discute con muchos a lo largo de su jornada laboral. Y lo bueno de servidor de ustedes es que gracias al oficio al que me dedico, hoy dialogo con un Vasco, mañana con un Cántabro y pasado con un Asturiano y con todos el nexo común que nos une es el de la tensión laboral que provoca el saberse al borde del despido en cuanto se decida hacer frente a una proposición del jefe.

La inestabilidad laboral que conlleva esa espada de Damocles que pende sobre nuestros pescuezos es brutal. Pero lo peor de todo es que aún así, y ahí está lo estrafalario del día a día que vivimos todos, nos podemos dar con un canto en los dientes por sufrir de esas incomodidades ya que a nuestro alrededor hay cientos, miles, millones de almas atormentadas que se pondrían de buena gana en nuestro pellejo.

Vivimos una época en la que ni siquiera los oficios refugio que tanto ayudaron a las economías familiares a sobrevivir sirven hoy para tal fin. Este año hay un 70% menos de cogedores de naranja en la comarca de la Ribera. Siete de cada diez trabajadores que el año pasado se emplearon en la recolección de cítricos hoy están parados viendo los naranjeros desde el margen del campo. Siete de cada diez familias que el año pasado subsistieron gracias a la temporada de la naranja, hoy sobreviven con las ayudas de sus propias familias en el mejor de los casos, malviven en la indigencia laboral de quienes de derechos y seguros carecen, o simplemente subsisten con lo que se encuentran a mano.

Sin posibilidades de encontrar trabajo a corto, medio o largo plazo. Con noticias apocalípticas sobre la economía mundial un día sí y otro también en televisiones, radios y periódicos. Y con todo, aún hay algunos que acusan a quienes logran un jornal en negro de ser co-partícipes de una economía subterránea que hunde aún más en la indigencia a sus trabajadores.

A ellos quisiera yo verlos pasando los apuros que pasan quienes no tienen más remedio que aceptar esos trabajos. Y lo peor, éstos aún pueden dar gracias de haber encontrado a quien los explote laboralmente. Otros, miles o millones, quisieran estar en su pellejo y matarían con tal de ponerse en su lugar.

2 Comentarios:

    Tal vez después de este comentario mas de uno se acuerde de mi santa madre por las comparaciones pero bueno.

    El trabajo en negro e ilegal si lo se, actualmente no lo practico pero llegado el caso lo practicaré. Y lo haré pensando en mis hijos, mujer, y familia en general por el mero hecho de que hay que tener dinero para mi chulo, si mi chulo aquel a quien he vendido mi vida para 30 años, eso si lo hice voluntariamente para tener mi propia vivienda (que es de mi chulo).Actualmente me siento como una prostituta, ya que debo salir cada día a ganar mi sueldo mas el suyo, para que él pueda repartirse unas comisiones desorbitadas y unas jubilaciones de escándalo, que aun habiendo recibido de todos unas ayudas para mejorar la situación, han decidido únicamente repartirla entre ellos y después ya veremos.

    Es ilegal trabajar sin contrato ni seguro, pero más seguro es que si no entra dinero en casa te quedes sin ella y sin la de tus padres, o acaso me llegaría un fondo de rescate para mejorar la situación, por que recuerda esto amigo, yo levanto el país a cada segundo ya que invierto cada céntimo en comida, luz, agua.., y en mi chulo que no se te olvide.

    Apoyo 100% a toda persona que se levante cada mañana para buscar lo más honradamente posible la manera de ganar un sueldo.

    El país y la economía, la levantamos los trabajadores y no los políticos, ya que con cada nueva intervención, ayuda, plan de rescate, etc... dejan tras de sí una inmensa cantidad de euros en comisiones y gastos varios que nos cuestan a nosotros otros tantos años en recuperarnos.

    Cuanta razón Jose Luis, tu comentario ha mejorado incluso más el propio post. Yo amigo mío, como compartidor de chulo que soy contigo, no puedo estar más de acuerdo de lo que ya lo estoy.

    Un saludo para Ferrán Adrià

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