Han despedido a Ana Pastor de TVE y la comunidad dospuntocerista, esa del ‘hasgtag’, el ‘megusta’ y la pantomima, ha puesto el grito en el cielo. Parecerá hipócrita por mi parte, pero me hubiese gustado que todos esos que hoy alzan sus voces para criticar al gobierno por dicha decisión, se hubieren mostrado igual de diligentes para criticar el despido masivo que millones de ciudadanos sufrieron hace tan solo unos meses atrás, cuando aún gobernaban otros.

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Quizás se hayan olvidado, pero no llegamos a los seis millones de parados de un día para otro. Si no recuerdo mal esto viene de más lejos, unos cuatro o cinco años. Cierto, por aquella época no había crisis, sino desaceleración económica. Y cierto también, los despidos los ejecutaban los empresarios, no el gobierno. Apuntémoslo en un posit en la pantalla del ordenador para tenerlo presente cuando se nos ocurra discernir sobre los culpables de tanto despido.

A lo que iba. Yo aún recuerdo la juerga con que se dio la bienvenida  a los despidos de los periodistas que salieron por la puerta de atrás de dicha casa con la llegada del anterior gobierno. Entonces los despedidos eran sectarios para unos, justos y necesarios para la salud democrática para otros. Hoy, desde la perspectiva que ofrece el prisma bipartidista en el que observamos la actualidad informativa en este país, la discusión es la misma. Se van unos sectarios para unos y unos periodistas ejemplares para otros. Y siendo así, acabamos por solidarizarnos con ciudadanos que pierden su empleo sí, pero que distan y mucho de disponerse a sufrir, como los anteriores millones de ciudadanos ya en paro, de los inconvenientes de la crisis que por estos lares nos destroza.

Créanme. Me cansan con sus conjuras, sus pantomimas y sus llamadas a la revolución por algo que todos los gobiernos hacen cuando sientan sus posaderas en la poltrona de la Moncloa. Solidarícense con su vecino en paro. Ayuden a quienes fueron despedidos porque sobraban, como dice Marcelino.

Ustedes se desgañitan por una nueva parada que no pasará ni por la oficina del INEM. Otros nos preguntamos donde estaban ustedes cuando despidieron a todos los demás.

8 Comentarios:

    Anónimo el 7 de agosto de 2012, 2:07 dijo...  

    Creo que te equivocas, no se queja la gente porque esta mujer se vaya al paro, se queja por sus ideales no partidistas, y por tanto no fachas.

    Me da a mí que no tendrá problema para "recolocarse" en otra televisión. Su marido es Antonio García Ferreras, presidente de la Sexta.

    ¡Ideales partidistas!! Uuuuffff, ezo qué ee... aaahhh ssiiii, es esos que cantan el himno de su ideología poniendo posturistas con uno de sus brazos y con el otro arramblan con todo el parné del trabajador, sin olvidar la flamante exposición de su banderita propia.
    Acuérdense también ciudadanos de a pie de las recientes manifestaciones en Valencia en las que tuvieron que salir a la calle disminuidos psíquicos y físicos a pedir sus derechos constitucionales de tener una vida digna, y que como mucho sólo obtenían las simpatías de los viandantes del momento.
    No sólo es una vergüenza para los políticos,también lo es para los ciudadanos normales y corrientes.

    Ser no partidista implica ser absolutamente imparcial en cuanto a ideología querido amigo. Y nadie es imparcial en eso.

    Yo tampoco creo que tenga problemas

    Así es. Eso de ideales partidistas e imparcialidad me suena a cuento chino también a mi jejeje

    En estos momentos darle cancha a los políticos sean de donde sean no me parece inteligente,yo estoy parado 1 año y 3 meses ya,por supuesto que puse el grito en el cielo cuando en la TVE pagado por todos los españoles pusieron de patitas en la calle a Ana Pastor una buena periodista.Los dos partidos de siempre la utilizan de cortijo,inaceptable !! Y por quien tuve la culpa de lo que nos pasa ahora me parece un poco frívolo remontarse solo 5 o 6 años atrás...yo iría a tiempos de especulación Aznar también,saludos.

    No se trata de defender a Aznar, sino de recordar que antes de Rajoy mandaron otros que no fueron precisamente pro-empresarios y poco o nada hicieron para solucionar las cosas que hoy, curiosamente, tienen tan sencillo arreglo para ellos...

    La utilización política de TVE se realiza en ambos casos, así que si lo aceptamos tal cual poco hay sobre lo que discutir. Pero si por el contrario comenzamos a defender despidos en un caso y no en otro, entonces la cosa cambia.

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